Ecuador aprueba el uso ciudadano de armas de fuego ante el aumento exponencial de la criminalidad
En la actualidad es el sexto país más violento de toda la región, por encima incluso de México
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El presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció este fin de semana la autorización a los ecuatorianos de poseer y llevar armas de fuego para situaciones de legítima defensa. La decisión fue aprobada en respuesta a un incremento de los niveles de criminalidad y homicidio. Durante una comparecencia en la noche del sábado, dirigiéndose a la sociedad ecuatoriana, Lasso anunció una serie de medidas dirigidas para combatir el crimen en el país iberoamericano.
Entre dichas medidas se encontraba la aprobación para la posesión de armas de fuego. “Ecuatorianos, tenemos un enemigo común: el crimen, el tráfico de drogas y el crimen organizado”, explicó el presidente. El decreto establece que los ciudadanos pueden solicitar un permiso oficial las autoridades para poseer y llevar armas.
La sanciones por no solicitar dicho permiso podrían implicar castigos de entre seis meses a un año de prisión. Otras de las iniciativas aprobadas incluyen el uso de spray pimienta para la defensa personal así como la prohibición de armas caseras. Los servicios de seguridad privada serán autorizados para apoyar a las fuerzas del orden en tareas de vigilancia y seguridad cuando sean requeridos. Del mismo modo, en la ciudad de Guayaquil, la segunda población más importante de Ecuador, se ha impuesto un estado de alarma en las primeras horas de cada día.
Todas estas medidas han sido implementadas debido a un aumento de los homicidios y ataques de delincuentes en el país. De este modo, la tasa de homicidios en Ecuador ha aumentado de un 13,7 por cada 100.000 habitantes en 2021 a una tasa de 25,5 homicidios por cada mismo número de ciudadanos en el pasado año.
Razones del aumento
Entre 2021 y 2022, los casos de muertes violentas aumentaron un 82% en Ecuador. En la actualidad es el sexto país más violento de toda la región, por encima incluso de México. Para el Gobierno, la crisis tiene su origen en el crecimiento y influencia del narcotráfico en el país, debido a su proximidad a Colombia, así como en el “debilitamiento deliberado” de las fuerzas de seguridad durante los gobiernos anteriores de izquierdas.
Con estos nuevos datos, Ecuador se ha convertido en el país que experimenta un mayor incremento de violencia criminal en toda la región. No obstante, Jamaica sigue siendo el país más violento de toda Iberoamérica, con una tasa del 50,6% en violencia. Le sigue Trinidad y Tobago con una tasa de 43,2 muertos por cada 100.000 habitantes. Honduras y Venezuela presentan tasas de 35 fallecidos violentamente en cada país. Destaca, por el contrario, el caso de El Salvador que ha conseguido reducir en un 56 %, los casos de criminalidad a través de una política impulsada por el presidente Nayib Bukele, muy cuestionada por las ONG de izquierdas.
El aislamiento de Lasso
En el último año, Guillermo Lasso, un ex banquero conservador que ganó en 2021, se encuentra cada vez más aislado en Iberoamérica, dado que muchos países han virado fuertemente hacia la izquierda radical en los dos últimos años. Su situación política es complicada dado que próximamente será juzgado por un Congreso hostil por presunta corrupción, después de que el Tribunal Constitucional aprobase su procedimiento de destitución poniendo en peligro la estabilidad política del país. El Congreso está actualmente bajo el control de la izquierda, leal al expresidente, Rafael Correa, y por grupos indígenas y está obstaculizando todos los intentos del gobierno de impulsar la inversión extranjera en recursos naturales.
El actual presidente podría disolver el Parlamento antes de que se vote su destitución, aprovechando una cláusula de ‘muerte mutua’ de la constitución de 2008, que nunca se había utilizado hasta ahora. Su utilización implicaría nuevas elecciones para la presidencia y para una nueva legislatura, si bien los bajos niveles de apoyo del presidente hacen que sea una opción muy arriesgada.
La moción de censura a Lasso fue presentada después de sufrir una dura derrota en los comicios locales y en un referéndum en febrero. Hasta ahora ha sobrevivido a dos votaciones para destituirlo, pero en esta ocasión, la oposición asegura que tiene los apoyos suficientes para aprobar su salida. Actualmente, la bancada que apoya al presidente en el Congreso se ha reducido a solo 24 parlamentarios.